domingo, 6 de octubre de 2013

¡Si ustedes tuvieran fe...! El justo vivirá por su fe



Del libro del profeta Habacuc: 1: 2-3; 2: 2-4
¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio, sin que me escuches, y denunciaré a gritos la violencia que reina, sin que vengas a salvarme? ¿Por qué me dejas ver la injusticia y te quedas mirando la opresión? Ante mí no hay más que asaltos y violencias, y surgen rebeliones y desórdenes.
El Señor me respondió y me dijo: "Escribe la visión que te he manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio;el justo, en cambio, vivirá por su fe".

El profeta contempla y sufre desgracias, trabajos, violencias, catástrofes, luchas y contiendas. ¿Dónde está Dios?, ¿Hay noticias suyas?, ¿Qué hemos de responder ante estos interrogantes? Dios es quien da la única respuesta posible: “El justo vivirá por la fe.
El que tiene fe consigue el objetivo que se propone. Que los tiempos son difíciles, lo sabemos. Pero tenemos que estar convencidos de que merece la pena seguir luchando por la implantación de la civilización del amor. Nosotros somos los tiempos, escribió San Agustín: “Los hombres dicen que los tiempos son malos, que los tiempos son difíciles: vivamos bien y los tiempos serán buenos. Nosotros somos los tiempos: así como somos nosotros, así son los tiempos.” (ser. 80,8). Por supuesto que las cosas no son tan fáciles, por eso el santo sigue: “¿Pero qué hacemos? ¿No podemos convertir a la vida buena a la multitud de los hombres? Vivan bien los pocos que me escuchan: los pocos que viven bien que soporten a los muchos que viven mal. Ellos son el grano que está en la era. Mientras están en la era pueden estar mezclados con la paja, pero cuando estén en el granero ya no estará la mezcla. Soporten lo que no quieren, para poder llegar a lo que quieren”. Otro mundo es posible, un mundo nuevo y justo, si yo experimento la fuerza de saberme amado por Dios y transmito esta misma certeza a los que me rodean…




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